Hoy, 28 de Julio, comentamos la salida de Ighalo del Granada, los probables motivos por los que las negociaciones se han roto y repasamos los mejores momentos de Ighalo en Granada.
Odion Ighalo, La Leyenda, ha protagonizado este verano su último capítulo de negociaciones con el Granada CF. Ya le costó decidirse la temporada del ascenso a 2ª, donde acabo tomando la decisión de irse a jugar a la Serie A, y esta temporada ha pedido al Granada un aumento de sueldo, ya que el jugador ha recibido ofertas importantes económicas y futbolísticas de otros clubes. Ighalo pertenece a Udinese, pero las negociaciones estaban en manos del Granada, que hubiese sido el encargado de pagarle el sueldo en caso de que se hubiera llegado a un acuerdo. Al parecer, el Granada no estaba dispuesto a concederle el aumento de sueldo a su tercer delantero, y el jugador no estaba dispuesto a seguir cobrando lo mismo pero con un papel menos importante en el equipo.
Existen diversas opiniones entre la afición granadina, ya que algunos parecen empeñados en buscar un culpable, se atreven incluso a señalar a Udinese como el responsable de que Ighalo no venga al Granada, argumentando que ellos prefieren venderle, y vulnerando que Udinese es un equipo hermano que nos ha cedido durante este año a muchísimos jugadores, sin los cuales este sueño no sería posible.. También los hay que critican al Granada CF, que dicen que el club no valora todo lo que nos ha dado Ighalo, que le echaremos de menos en momentos importantes, etc. Esos también se equivocan, se olvidan de todo lo que el Granada también ha dado a Ighalo, porque el jugador no sería lo que es si el Granada hubiera decidido que no viniera en el mercado de invierno durante el año en segunda, e Ighalo se habría quedado en el Cesena, viendo los partidos desde la grada. De todo hay en este mundo, por eso no podían faltar (y creo que son la mayoría) los que critican a Ighalo, le tachan de pesetero, de no sentir los colores del Granada CF, de su "falso" beso al escudo, e incluso caen en la descalificación, mandándolo a tomar vientos por según ellos rechazar al Granada CF. Menos mal que aún queda gente sensata que se limita a darle las gracias por todo y a desearle lo mejor. Y es que esto es fútbol, un negocio en el que o comes o te comen. Ighalo ha decidido que no puede estancarse en un club como tercer delantero, confía en su potencial y ha decidido abrirse a nuevas experiencias, que quizá le lleven a explotar como futbolista. No es que rechace al Granada, no, simplemente mira por su bien, es decir, lo que hariamos todos en su lugar. ¿Qué elegiríamos? ¿Quedarnos en el Granada cobrando lo mismo y como tercer delantero o fichar por un equipo que te de el dinero que pides y que te prometa jugar minutos?. No creo que nadie responda la primera, puede que lo diga, pero viéndose en la situación tomaría la misma decisión que el nigeriano.
Ahora toca recordar lo bueno, dejar la despedida atrás, y centrarnos en todos los momentos que Ighalo nos ha dado. Nos ha hecho disfrutar con sus goles, que aunque no han sido muchos se han compensado por la importancia de los mismos. Sin sus goles frente al Alcorcón en la fase de ascenso a 2º división quizá esto no sería posible. Su bonito gol hizo que el sueño comenzara, que en la ciudad se volviera a respirar fútbol por los cuatro costados, que la afición valorara que el proyecto de Quique Pina y los Pozzo estaban funcionando, que esto iba a más y que se podía soñar con un ascenso a 1ª división. Ese gol marco un antes y un después en la historia más reciente del Granada CF, porque tras muchos años en campos de tierra y sufriendo numerosos problemas económicos, sus aficionados veían como el equipo volvía al fútbol profesional.. Todo esto fue posible, en parte, a Ighalo, y eso no se puede olvidar, hay que recordarlo siempre, porque duele mucho escuchar las críticas a Ighalo y acordarte de estas cosas, de lo que celebrarían el ascenso a 2ª todos esos que ahora le critican por querer crecer como futbolista y mejorar económicamente. Aquel verano Ighalo se despedía del Granada para recalar en el Cesena, en la Serie A italiana, lo que suponía para el jugador un salto de dos categorías.
En Invierno, y tras no jugar con el Cesena, Udinese cedió al jugador al Granada, que le volvió a acoger como se merece, le dio todo el cariño del mundo, y también le critico sanamente, porque las lesiones de Geijo le hicieron jugar como titular algunos partidos, y no dio buena imagen en todos ellos, se perdía mucho en ataque y la sombra de Geijo le perseguía, porque era inevitable entrar en comparaciones.con el hispano-suizo. Pero llegaba el partido en Elche, donde 2000 almas se desplazaron para seguir el partido decisivo que podía devolver al Granada a Primera División después de 36 años muy duros para la afición. Toda Granada volcada con el equipo, que tras una temporada de mucha ilusión estaba a un partido de hacer lo impensable, ya que el equipo había comenzado la temporada con el objetivo de mantener la categoría. Y fue en ese partido, donde volvió a aparecer ese jugador de garra y raza negra que tras un gran pase de Dani Benítez, esquivaría la salida del portero, amagaría con el tiro regateando a un defensa y mientras toda Granada gritaba "TIRA TIRA" con una sangre fría fuera de lo común, Ighalo impulsaba la pelota hacía la portería de Jaime, que corría detrás del nigeriano como si de un defensa más se tratara, y marcaba el gol más importante de la historia del Granada CF, el gol que una hora más tarde devolvía al Granada a Primera División tras 36 años, y que hizo llorar a miles de granadinos en el Martínez Valero, y también en Granada.
El verano del ascenso a Primera iba a ser el más estable para Odion Ighalo, ya que el club llego a un acuerdo para que se completara una nueva cesión de Udinese. Tendría que partir como tercer delantero, por la presencia de Alex Geijo y la cesión de Uche por parte del Villareal. El jugador lo aceptó muy bien desde el principio, ni una queja por ser el delantero que menos jugaba a pesar de que sus dos compañeros no estaban rindiendo como se esperaba. Llegaba el partido del Sanchez Pizjuan, en el que Ighalo comenzó a entrar más en los planes de Fabri, y más tarde de Abel Resino. El nigeriano entró en los últimos minutos, cuando el marcador era de 1-0 para el Sevilla, y gracias en buena parte a él, el partido acabo 1-2. Un disparo al larguero cuyo rechace marcaría Geijo fue su jugada más destacada del partido. A partir de ese momento se empezó a tener en cuenta a Ighalo como delantero titular en algunas ocasiones. Anotó goles muy importante como frente al Zaragoza en Los Cármenes, donde su gol daría la victoria al Granada por 1-0, tres puntos que resultarían claves para el desarrollo de la permanencia. Pero en el partido que parecía que se iba a convertir en el decisivo, frente al Espayol en la antepenúltima jornada de liga, Ighalo volvió a aparecer. Y lo hizo a lo grande, con una grandísima primera parte en la que marco dos goles, y uno de ellos muy emotivo. Fue el segundo, donde Ighalo corrió hacia la zona de la esquina de Tribuna Sur y a hombros de Borja Gómez se besó su escudo, el escudo del equipo al que ha dado tanto y que le ha dado tanto.
Por todo esto, solo queda darle las gracias por todo a Odion Ighalo, por sus goles importantísimos para la historia de este club y por su trato cariñoso con la afición. ¡Gracias Odion!